jueves, 27 de noviembre de 2008

LA LENGUA CELTIBÉRICA

Debido a que tengo que mantener este comentario a un mínimo, seré breve y saltaré directo a la conclusión:

Burillo nos ha transmitido a través de este artículo un breve resumen del ambiente intelectual existente entre los lingüistas que estudian la lengua que hablaban y escribían los pueblos indoeuropeos, y los indígenas en contacto con éstos, que residían en el interior de la Península Ibérica durante el periodo histórico conocido como Clásico.

Nos enumera las distintas campañas de investigación realizadas por los investigadores, las novedades descubiertas por estas investigaciones, la importancia de enlazar estas investigaciones lingüísticas con las investigaciones arqueológicas, la semejanza entre esta lengua celtibérica con le lepóntico, y la crisis teórica por la que traspasan hoy las teorías vigentes sobre la lengua celtibérica.

Lo que es claro después de esta lectura (a pesar de la calidad del escaneo) es que esta versión de la lengua indoeuropea «celta» fue fuertemente influenciado por los dialectos locales con que se puso en contacto durante su expansión por la Península Ibérica, y que cada «lingüista» propone un distinto origen e influencia a esta lengua dependiendo de su propio entendimiento; yo no soy ningún lingüista, pero debido a mi conocimiento nativo del inglés y el castellano, y mi herencia celta, veo que el celtibérico (igual que el gaélico o el galés) utilizó los recursos a mano para poder realizar su expansión por el territorio: igual que cualquier otra lengua vigente antes y/o después.

Comentario del artículo "La lengua celtibérica" de F. Burillo, nº14 (pgs. 142-151) de "Los Celtíberos" AA.VV.

martes, 11 de noviembre de 2008

LAS ESTELAS DECORADAS DEL S.W. PENINSULAR

Critica al artículo "LAS ESTELAS DECORADAS DEL S. W. PENINSULAR" de Sebastián Celestino Pérez.

Tras la lectura de este maravilloso artículo escrito por Sebastián Celestino Pérez, llego a la conclusión de que estas estelas han sido acompañadas por la polémica desde la aparición del primer ejemplar (Solana de Cabañas) y su divulgación por Mario Roso de Luna en 1898.

Es de tal envergadura esta polémica, que ningún investigador coincide con otro en sus hipótesis: todavía no se ha llegado a un acuerdo sobre su cronología, aunque hoy por hoy se reconoce que debió de ser durante la presencia fenicia en la Península; tampoco existe un solo propuesta para su origen, sino cinco (atlántico, indoeuropeo, fenicio, mediterráneo-oriental, y ecléctico, que sería una especie de mezcla entre todos los otros orígenes propuestos). Y en cuanto a función: que si son funerarias, o delimitadores de territorio, o monumentales...

Todas estas propuestas se dan debido a las distintas interpretaciones a las que han llegado los investigadores tras sus estudios de cada una de las informaciones que se pueden extraer de las estelas. La disparidad de estas hipótesis o propuestas es debido al inmenso esquematismo presente en estas estelas, y que cada investigador interpreta a su manera los distintos elementos presentes; elementos como los escudos, espadas, espejos, figuras humanas, carros, fíbulas, figuras femeninas diademadas, etc.

Entonces, vamos a enumerar las interpretaciones que son las más sostenibles hoy por hoy: debido a su situación geográfica general (no del todo fiable, debido a que no se ha descubierto ninguno in situ) sabemos que esta “cultura” se desarrolló en la zona sudoeste de la Península Ibérica; hubo dos momentos de desarrollo artístico en su producción, el primero que crearía losas rectangulares con ausencia de figura humana para tapar una tumba (serían destinados a enterramientos de inhumación), y el segundo momento que produciría losas destinadas a ser hincadas en el suelo y presentarían figuras humanas esquematizadas (estas estelas serían destinadas a enterramientos de incineración, o para delimitar un territorio, etc); otro elemento sería la presencia de objetos militares en las estelas, lo cual delataría una sociedad guerrera pero, debido a la presencia de figuras femeninas diademadas, también muy espiritual: entonces es muy probable que esta sociedad estuviera jerarquizada y que tendría una élite quienes comisionaron dichas estelas.

Por regla general en este tipo de estudio, cada investigador ha añadido su grano de arena al argumento, y el Sr. Celestino Pérez no iba faltar en esta oportunidad. Tras mucha investigación, nos propone una cronología basada en la presencia fenicia en la Península Ibérica: debido a la presencia de ciertos elementos orientalizantes entre los primeros elementos representados es necesario que haya presencia de comerciantes orientales, o fenicios, pero también propone una cronología final para el momento en que los enterramientos tartésicos sustituyan la panoplia del guerrero por elementos de prestigio social, adquiridos por el comercio, a finales del siglo VII a.C. Entonces, para Celestino Pérez, las estelas son de influencia tartésica y tendrían una cronología desde inicios del siglo VIII (aunque, hecha esta propuesta, cree que las estelas delatan una presencia anterior de los comerciantes orientales en la Península) hasta finales del siglo VII a.C.

Para finalizar este comentario, quisiera añadir una observación sobre uno de los elementos presentes en estas estelas: las figuras con “casco de cuerno”. No creo que son cascos, ni siquiera figuras humanas guerreras; mi propuesta de interpretación para estas figuras sería más divino-mitológico, aunque relacionado con la guerra. Relacionando éstas con el mundo nórdico no es plausible, debido a que los cascos de cuernos “vikingos” sólo fueron ceremoniales y no tan utilizados como la iconografía tradicional nos hace pensar, y que esta tradición es más del mundo medieval que clásico. Tendríamos que buscar en un ambiente más local. Todas las tradiciones, leyendas y mitos nos dicen que esta zona ha sido siempre altamente ganadera, y hoy en día sigue siendo hogar a las mejores ganaderías de la Península. Tradición mediterránea siempre ha considerado al toro como un ser fuerte, viril, noble, etc. y muchas civilizaciones han divinizado a su figura. Creo que la civilización de las estelas extremeñas fue muy espiritual, y que creían en dos figuras divinas: la Diosa Madre (figura femenina diademada), que sería la diosa femenina de la tierra; y el Dios Toro (figura masculina con cuernos), que sería el dios masculino de la guerra. Incluso me atrevería a decir que las estelas femeninas fueron destinadas a enterramientos de mujeres y las masculinas a hombres, lo cual significaría que en esta sociedad las mujeres también formaron parte de la élite. 

Si quereis leer el artículo de Sebastián Celestino Pérez, visiten la siguiente link:
http://www.cgl.tornera.com/estelas_ext/textos/estelasdecoradassw.pdf

¿FUE LA COLONIZACIÓN FENICIA DE OCCIDENTE VIOLENTA?

Critica al artículo "Fenicios en el Extremo Occidente: conflicto y violencia en el contexto colonial arcaico" de C.G. Wagner

Antes de leer el artículo de Wagner hubiera respondido “No”, pero tras la lectura mi conclusión es “No del todo, y desde luego no tanto como quiere Wagner” (énfasis en “quiere”, no “dice”)

Por ejemplo, la agresión que denota Wagner al principio de su artículo fue meramente cultural, cosa con la que no estoy de acuerdo: lo que queremos saber es si el primer fase de “colonización” fue Violenta, pero el hecho de culturalizar a la fuerza a la población indígena en este periodo me parece una insensatez por parte de los fenicios (en el caso de que lo hubieran realizado) No estaría en los intereses económicos de los fenicios que los indígenas tengan los mismos valores que ellos mismos, ni siquiera que entiendan estos valores. Es más, el «intercambio desigual» funciona en ambas direcciones: si los indígenas aceptan los objetos que traen los fenicios como compensación para los materiales intercambiados, es que creen que han conseguido algún beneficio; hay que recordar que no estamos hablando de unos neandertales ignorantes, sino pueblos que tienen sus propios valores materiales, aunque sean distintos a los que traen los colonizadores. Lo que quiero decir con esto es que, al principio, ambos conseguirían algún tipo de beneficios, porque si no fuera así, no habría intercambio.

Rechazo completamente la hipótesis de que si en Oriente hubo expansión violenta por parte de las metrópolis entonces tenía que ser así en Occidente. ¡¿Por qué?! No necesariamente habrían las mismas condiciones para la colonización en Occidente que en Oriente: el territorio oriental estaba más cerca de la metrópoli, facilitando el movimiento de tropas contra pueblos que estaban tan desarrollados bélicamente como ellos mismos. En Occidente, no es que las indígenas no estuvieran desarrollados bélicamente, pero no estaría entre los intereses de los colonizadores enfrentarse a ellos durante la primera fase de colonización debido a la falta de sus propios recursos bélicos (hombres y armas son difíciles de transportar a estas distancias) La falta de elementos defensivos en los asentamientos durante la primera fase denota posiblemente un carácter de “puertas abiertas” tomado por parte de los fenicios para así atraer al comercio local. Pero esto cambia durante la segunda fase, y aparecen elementos defensivos alrededor de los asentamientos; ¿por qué? Pues porque probablemente los fenicios se veían en la necesidad de defender, no sus tierras (ya que éstas estaban a extramuros) sino algo de mayor interés para los indígenas. Esta hipótesis también es válida para aquellos asentamientos que se defendían desde el principio. Pero, la falta de destrucción de las murallas (sólo se reforman), la falta de niveles de destrucción tanto en asentamientos indígenas como fenicias, y la cercanía de éstas (por ejemplo Malaka y el asentamiento indígena de la Iglesia de Santo Domingo, al otro lado del Guadalmedina) parece que raramente tuvieron que emplear las defensas. En mi opinión, las defensas estarían ahí por dos razones: el primero sería para disuadir a la población autóctona, y el segundo sería para defenderse si fuera necesario de una amenaza exterior (piratas, otros colonizadores, etc.)

Otra hipótesis de Wagner podría ser visto de otra forma: la caza de hombres para la esclavitud. Wagner dice que obviamente esto sería violenta y que existen indicios demostrables de su existencia. El único problema que tengo con esta hipótesis es que aquí tampoco habría violencia directa por parte de los fenicios: según Wagner los indígenas conseguirían la mano de obra para sus minas. Esto significaría que los fenicios tenían que estar el colaboración con los indígenas para conseguir esta “mercancía”. Otro indicio de que los fenicios y la población autóctona trabajaban en armonía.

En fin, la conclusión después de leer este artículo viene a ser que sigue todo señalando a que los fenicios, aunque venían a crear un nuevo hogar, fueron capaces de conseguirlo a través del comercio y el trabajo en conjunto, pero si hacía falta sabían defender sus intereses. No hasta la aparición de sus primos los cartagineses en el escenario vamos a ver violencia a gran escala, ya que lo que querían hacer estos era “someter” a los indígenas. Es más, “colonización violenta” es igual que “conquista”, pero los fenicios no conquistaron el Occidente, sólo se asentaron. Pero, como siempre, todo es hipotético.

Si quereis leer el artículo de C.G. Wagner, visiten la siguiente link:
http://www.ipa.min-cultura.pt/pubs/RPA/v8n2/folder/177-192.pdf